Nos complace la difusión de una importante noticia que será motivo de agrado de los amantes del Arte Hermético.
Nos estamos refiriendo a la próxima y muy esperada reedición de Introducción al Toledo Filosofal, la que fue primera obra escrita del erudito y prolífico investigador toledano, Alejandro Vega Merino, quien es desde hace lustros el verdadero responsable y referente máximo que durante años en su ya larga trayectoria de serios y detallados trabajos ha desempolvado sin pausa y difundido valientemente rescatando del olvido todo el universo que compone el mensaje simbólico, hermético y esotérico que a modo de puzle como un libro mudo compuesto por hojas de piedra, se encuentra oculto, contenido en la arquitectura simbólica que encontramos esparcida por las laberínticas calles de la emblemática y universal ciudad de Toledo.
Una ciudad, Toledo, que específicamente durante un periodo histórico clave para el hermetismo, solo comparable en su intensidad al que se viviría siglos mas tarde, durante el reinado de Rodolfo II, en la ciudad de Praga, se convertiría, bajo el reinado del rey Sabio, Alfonso X en un centro de primer orden un verdadero crisol cultural y científico donde se fundieron las principales corrientes heterodoxas de las tres grandes religiones monoteístas, el Judaísmo, el Cristianismo y la religión Mahometana, y desde donde posteriormente se irradiaría todo este conocimiento que procedía de las escuelas filosóficas de la Antigua Grecia, herederas a su vez de la tradición secular que tuvo su cuna en el Antiguo Egipto. Tradición que más tarde rescata y transmite en su expansión por todo el Norte de África, el Islam, hasta la entonces hermanada ciudad de Fez , que se vio convertida en aquel momento en un centro clave para las matemáticas y al astrología, desde ese enclave que fue también un centro de concentración del Saber todo este conocimiento milenario se traslada a Toledo que bajo el reinado del Rey Sabio, Alfonso X se comporta como un verdadero crisol cultural que reúne en su corte lo más preciado de la época y donde también se fusionan las corrientes más heterodoxas procedentes del antigüo saber para desde allí ser irradiadas posteriormente al resto de Europa.
Es precisamente sobre el rastro que permanece indeleble pero mudo en la ciudad de Toledo que versa esta obra. Nos referimos al que la Tradición denominó como el Arte Regio ó Arte Real, la Alquimia una de las columnas fundamentales en las que se apoyan todas estas corrientes ancestrales de conocimiento, tal vez la más oculta, importante y secreta, ya que debido a su enorme poder y trascendencia, en su momento de ella partieron otras ramas de conocimiento que basan su fundamento medular en la atenta observación e imitación de los procesos que la naturaleza cíclicamente desarrolla, que provocan cambios imperceptibles pero fundamentales.
La Alquimia transfiere al microcosmos ese tipo de procesos que la naturaleza, a nivel macrocósmico, obra cíclicamente con el mayor de los sigilos.
Así el Arte Regio, es el verdadero y magistral Specullum Naturae, que permite al artista poder comprender en forma breve como se desarrollan procesos que a nivel macrocósmico y en continuum mobile opera, en forma mucho más lenta, muchas veces imperceptible a escala humana el Gran Atanor de la Naturaleza. Ello sucede porque, no solo este asiste como privilegiado observador, y a escala microcósmica al proceso completo, sino, mucho más aún, porque es el mismo proceso el que de facto, de forma directa convierte al operador en artista al hacerlo actor y parte.
También le revela algo verdaderamente importante, que tal como sucede en el nacimiento de la vida animal y vegetal, antes de su manifestación también se halla potencialmente oculta en el tercero de los tres reinos de la naturaleza.
De forma similar es también en esta ciencia tradicional en donde se encuentra potencialmente oculta la semilla que proporciona el sustento principal de la Verdadera Tradición, que para mantener a salvo su primordial e inmutable mensaje lo ha transmitido en todo tiempo oculto, mimetizándolo bajo la apariencia de diferentes corrientes, con el fin de respetar al máximo y escrupulosamente las leyes del sigilo a fin de proteger y distorsionar lo menos posible el mensaje fundamental que la propia Ciencia de Hermes contiene en si misma y modula en el tiempo.
La Alquimia, cuyo remoto origen permanece hasta el día de hoy casi por completo desconocido, pero de la que de forma universal observamos sutiles e ine quívocas señales que revelan su practica e influencia en épocas y lugares muy distintos, que posiblemente nos llegan desde sus breves periodos de aparición pública, que han transcurrido a lo largo del tiempo desde su remoto florecimiento en las más antiguas civilizaciones atraviesa las edades hasta alcanzar nuestros días.
Transmitida siguiendo la norma tradicional del sigilo con el fin de distorsionar lo menos posible su mensaje único y fundamental se manifiesta como una influencia clave en cada uno de los breves periodos de la historia en los que extrañamente irrumpe de forma pública, siempre señalando como un mojón de la historia un periodo en el que la humanidad debe retomar su dirección correcta. Una meta que normalmente permanece oculta y desconocida, pero que en determinados momentos clave de la historia se manifesta en forma de influencia visible que permite brevemente la reorientación de toda nuestra búsqueda individual y colectiva que normalmente late desconocida y secreta a través de la historia humana.
Sobre la impronta que se produce en uno de tales momentos, en verdad único, que se plasmó de forma integradora en Toledo durante el periodo de la Escuela de Traductores durante el reinado de Alfonso X y en sus fases posteriores de desarrollo, juega un papel fundamental en el crisol toledano, y queda impresa definitivamente de forma indeleble la huella del Hermetismo en esta Ciudad, sobre esta huella que desvela, analiza y saca a la luz este extraordinario trabajo es que versa la obra que apareció editada por el propio autor en el año 1988.
La Alquimia transfiere al microcosmos ese tipo de procesos que la naturaleza, a nivel macrocósmico, obra cíclicamente con el mayor de los sigilos.
Así el Arte Regio, es el verdadero y magistral Specullum Naturae, que permite al artista poder comprender en forma breve como se desarrollan procesos que a nivel macrocósmico y en continuum mobile opera, en forma mucho más lenta, muchas veces imperceptible a escala humana el Gran Atanor de la Naturaleza. Ello sucede porque, no solo este asiste como privilegiado observador, y a escala microcósmica al proceso completo, sino, mucho más aún, porque es el mismo proceso el que de facto, de forma directa convierte al operador en artista al hacerlo actor y parte.
También le revela algo verdaderamente importante, que tal como sucede en el nacimiento de la vida animal y vegetal, antes de su manifestación también se halla potencialmente oculta en el tercero de los tres reinos de la naturaleza.
Sobre la impronta que se produce en uno de tales momentos, en verdad único, que se plasmó de forma integradora en Toledo durante el periodo de la Escuela de Traductores durante el reinado de Alfonso X y en sus fases posteriores de desarrollo, juega un papel fundamental en el crisol toledano, y queda impresa definitivamente de forma indeleble la huella del Hermetismo en esta Ciudad, sobre esta huella que desvela, analiza y saca a la luz este extraordinario trabajo es que versa la obra que apareció editada por el propio autor en el año 1988.
La que fuera la opera prima del gran investigador y divulgador toledano, Alejandro Vega Merino es ya por derecho propio un texto clásico moderno de Alquimia, que entronca con la corriente de la Verdadera Tradición.
En sus emocionantes y emocionadas páginas, el autor, nos conduce en un fascinante recorrido iniciático que desvela a modo de Introitus las huellas del Gran Arte, que como si se tratase de un libro mudo compuesto por hojas grabadas en piedra, permanecen desafiando el tiempo, indelebles, en la mítica y universal ciudad "celeste" de Toledo.
Escrita en un lenguaje que rápidamente reconocemos, porque de inmediato recuerda al empleado en todas las épocas por los grandes autores clásicos de la tradición alquímica, esta obra también comparte otra característica que es sello común: Desprende el sutil e inconfundible aroma de la Verdad, y su lectura, que golpea en el centro interior del lector, provoca resonancias arquetípicas y una incontenible emoción, algo que siempre transmitieron los grandes textos clásicos de la tradición alquímica.
En definitiva resulta una pieza clave que muy próximamente va a rescatar en una muy cuidada reedición la comprometida Editora Toledana, Ledoria , edición en la que además del texto, siempre pleno de sutileza, se han incluido reproducidas, por primera vez a todo color, las láminas y dibujos originales que en su momento de forma cuidadosa y para que sirviesen como apoyo visual al texto, creó el propio autor.
En suma un excelente trabajo presentado por editorial Ledoria, que continúa también con la interesante edición de Cuadernos Heterodoxos Toledanos, del mismo autor, una iniciativa que aplaudimos por ser algo verdaderamente insólito en nuestra mercantil época, en la que esto resulta tan raro como valiente.
Impresionante. Gracias al autor por recuperar esta lectura del libro mudo esculpido en los pétreos fundamentos de la ciudad de Toledo.
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